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El 12 de noviembre de 2007 tenia una cita en un polígono cercano a la ciudad con la distribuidora local de kioscos, por aquel entonces el numero de títulos distribuidos por ese medio aun era considerable. Así que hacia allí me dirigí con todos los papeles que me habían pedido. Al preguntarles cuando empezarían a servirme, me contestaron “Mañana mismo” y así fue.
A lo largo de la semana iria recibiendo tambien los paquetes de otras distribuidoras, teniendo a finales de semana asi todo, excepto de una editorial que se autodistribuye que me comentó que tardarían 15 días en verificar mis credenciales y darme de alta. Esos 15 días se convirtieron en 3 meses, pero esa es otra historia...
Y así, un martes 13 de noviembre (no se si seria mala suerte para alguien, pero no para mi), a eso de las 10 abría la tienda y me sentaba en ella por primera vez. Al poco me llego el famoso puñado de tebeos de Daredevil, y, la verdad, tras recibirlos lo suyo habría sido irme a casa. Pero decidí quedarme prácticamente el horario completo. Y no lo pasé mal.
Ya he comentado otras veces que mi objetivo era hacer la tienda un sitio agradable al visitante, pero no por ello debía serlo menos para el residente, a fin de cuentas iba a pasar en ella unas 8 horas diarias durante, espero, muchísimos años. Pero era un sitio diseñado por mi, al que podía llamar mio, con un asiento cómodo, una buena conexión a internet, cuarto de baño y al que con el tiempo le añadí una pequeña nevera para mi uso personal. Y que encima se iría llenado de miles de cómics.
Por otro lado, al llevar el negocio yo solo, en horario no comercial, se convirtió en un lugar para desconectarme de todo, en mi estudio de soltero (Varias veces he bromeado con la idea de poner una hamaca en el almacén para echar la siesta en ella), en un lugar al que muchos domingos por la tarde, si no tengo otro plan, me gusta ir, candar la puerta y dedicarme a una buena lectura. En definitiva: mi Santa santorum.
Incluso alguna que otra vez he llegad a bromear conque el amor de mi vida tiene casi 70 metros cuadrados , y me lo paso en grande dentro de ella.
En fin... esta es mi vida, y me encanta. El que pueda decir lo mismo, que tire la primera piedra...
Y aquí termino el ciclo de ladrillos sobre el tercer aniversario de DTBOS, podría contar muchas mas cosas, pero tampoco lo veo necesario. Ahora solo queda esperar a ver que nuevas sorpresas me depara el cuarto año,,, y los siguientes. Buenas noches a todos, seáis lo que seáis...
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